“Adolescencia en tiempos de pandemia”

Escrito por la Lic. Claudia B. Liendo con la colaboración de los estudiantes del 3° Año de Psicopedagogía: Josefina Baroni, Lucía Castelli, Camila Cortez, Mayra Diale, Candela Fernández, Giuliana Gamba, Cecilia Llano, Fiorella Nicola.


Adolescencia:  crisis, normalidad y patologías. Efectos de la pandemia.

 

La adolescencia es un período más del proceso evolutivo con la manifestación significativa de conductas esperables, que la convierten en un período conflictico y turbulento. Un período crítico en el que la resolución final de dicho conflicto determinará de alguna manera, el ingreso  del adolescente  al mundo del adulto.

En estos tiempos actuales los adolescentes tuvieron que enfrentar además de su propia crisis, la conflictiva que nos trajo la pandemia. Un importante número de jóvenes está padeciendo trastornos de ansiedad y depresión.  Una reciente y precisa investigación de la Fundación Ineco evaluó los efectos de la pandemia y la cuarentena en la salud mental de la población y mostró cifras alarmantes, siendo los adolescentes los más afectados:  8 de cada 10 jóvenes del país tienen síntomas de depresión leve, moderada y severa; y más de 6 de cada 10 tienen síntomas leves, moderados o severos de ansiedad.

Los jóvenes están siendo muy afectados y lo que tenemos que evitar es que se haga crónico. Por ser jóvenes a veces creemos que tienen la fortaleza para enfrentar situaciones como la pandemia, pero el adolescente ya transita su propia crisis y en muchos casos la transita sin ser escuchado.

Desde nuestro rol como profesionales de la salud debemos potenciar nuestra mirada para brindarles los recursos necesarios que le permitan regular emocionalmente sus conductas, no sólo por lo turbulenta que pueda ser la adolescencia, también por los malestares que vino a traer la pandemia.

La adolescencia está destinada al desarrollo emocional y mental en pos de la vida adulta. Así que al adolescente en preparación hacia la adultez, se le presentan nuevos desafíos cognitivos: se complejiza el material que enfrenta a nivel escolar, debe comenzar a tomar sus propias decisiones, tienen nuevas demandas, especialmente las atencionales.

Los adultos y los profesionales debemos estar atentos a estos nuevos malestares   y actuar rápidamente para apaciguar las manifestaciones que los preocupa, que los angustia, los desconcierta, y los aísla. La tecnología llegó a sus hogares y desde ahí tuvieron que cursar sus estudios escolares, mientras tanto la posibilidad de interactuar y socializar como naturalmente todo ser humano necesita, se fue desvaneciendo.

Resaltamos, es una etapa evolutiva crítica, y también un momento crítico para toda la sociedad, entonces podemos sentirnos mal por un tiempo, y saber que ello no necesariamente nos lleva a un final sin solución. Es una situación que nos pide nuevas herramientas para reconstruir, a partir de la cual puede resultar algo inédito y absolutamente inimaginable un tiempo atrás.

Podemos destacar que la salud mental nos posibilita participar en nuestros propios cambios, nos permite recuperar la inestabilidad y la inseguridad incrementada como se dio en la cuarentena experimentada por todos. Entendemos que desde la ciencia social y psicopedagógica se puede propiciar el uso de recursos como poseer una adecuada autoestima, recurrir a la introspección para generar mis propios cambios, desarrollar la capacidad para relacionarme, ser creativo, tener iniciativa, tener un propósito, tener humor, pensamiento crítico y moralidad.

Podemos hacer mucho por el bienestar de los adolescentes, y tenemos que volver a estar conectados, pero no desde Facebook, Instagram  etc……. Estar conectados profundamente, quiere decir donde nos encontremos cara a cara, y podamos escuchar, hablar y confiar, porque solo esto nos puede generar el verdadero bienestar, y este sentir no lo otorga la tecnología.

La Adolescencia es una etapa de renacimiento: renacer a la vida adulta, con nuevos desafíos y propósitos que actúen como motor para el crecimiento que todo joven necesita para poder comenzar a pensar, crear y decidir por sí mismo.

Para finalizar es destacable el trabajo realizado por la Cátedra de  “Psicología Evolutiva II: Adolescencia”, dentro de la carrera de Psicopedagogía que a  partir de entrevistas semi-dirigidas aplicadas a púberes y adolescentes,  se pudo encontrar  sintomatología que se corresponde con la situación de aislamiento, y  se detectó  por ejemplo, que en la mayoría de los entrevistados presentaban:   tristeza,  desgano, alteraciones en el sueño y en la alimentación,  falta de interés generalizado, aumento de la  desorganización y abandono de actividades recreativas. Expresando además que al transitar por virtualidad y presencialidad se encontraron con dificultades para organizar sus actividades, y con pocas ganas de pensar en su futuro.

Sabemos que son esperables ciertos comportamientos propios de este período, y que muchas veces lo ponen al adolescente en una situación de malestar y conflicto. La pandemia encontró un terreno fértil para propiciar y acentuar toda una sintomatología que puede agravar el sentir y el quehacer de los adolescentes.

Esta experiencia de analizar y pensar la teoría sobre la adolescencia, y considerando además una realidad que impactó en el transcurso normal de dicho período, nos lleva  a entender lo importante para nuestra labor profesional de  considerar los distintos factores que pueden impactar en el desarrollo y crecimiento de los jóvenes.  En este caso tan significativo para el adolescente que se encuentra reestructurando su personalidad para ingresar definitivamente al mundo del adulto.

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