El rol del psicopedagogo en el siglo XXI

Por Myriam Cardozo y Nanci Copes

A comienzos de la década del 50, podemos encontrar el origen de la formación de psicopedagogos en Córdoba, en el ámbito de la Medicina, en el Hospital San Roque de la ciudad de Córdoba. Allí se brindó una formación para docentes para colaborar con niños con problemas para aprender. La psicopedagogía pone en relieve el valor de la interdisciplina y la transdisciplina al fusionar dos campos de abordaje: el de la educación y el de la salud mental. 
El 17 de setiembre se conmemora el día  del psicopedagogo como un modo de homenajear a estos  profesionales como reconocimiento a la labor  de Jean Piaget, reconocido psicólogo y filósofo suizo cuyo gran aporte al estudio del pensamiento y del lenguaje dio origen a la epistemología genética, quien falleció en esta fecha en el año 1980.  Pensar a la Psicopedagogía actual requiere reflexionar sobre:
–          Los nuevos campos profesionales del Psicopedagogo.
–          Los requerimientos de intervenciones más especializadas y a la vez abarcativas e integrativas.
–          El trabajo en equipo entre profesionales diversos.
Vivimos en una época que se caracteriza por el cambio permanente, sobre todo por los avances científicos y tecnológicos y su aplicación a la vida cotidiana. El aprendizaje es un término que se asocia normalmente con educación, con la escuela, es decir, con la educación formal. Muchos de ustedes habrán escuchado el término “educación permanente” y piensan que eso significa volver a la educación formal, pero esto es verdad sólo en parte. Lo que es verdaderamente permanente es el “aprendizaje”. El aprender no se refiere sólo a lo que se aprende en la escuela sino al aprendizaje que se produce en cada persona en diferentes situaciones en todas las etapas de la vida y puede ocurrir en un ambiente formal o informal.
Para Marina Müller, el objeto de estudio de la psicopedagogía reclama un modelo de abordaje desde la perspectiva de la complejidad requiriendo para su comprensión el aporte de otros desarrollos y campos teóricos.
Teniendo en cuenta lo anterior, estas competencias surgen como logros a alcanzar:
–          aprender a ser, aprender a vivir conviviendo en la diversidad.
–          no resaltar el tema de la enfermedad y de la patología sino el de la promoción de la salud. 
–          no es un “hago lo que se me da la gana”. hay que estudiar mucho (formación permanente).
–          ¿cómo aplicar la teoría en vez de repetirla? ese toque personal-contextual.
Los estudios académicos son sólo un primer momento en el trabajo psicopedagógico, también son necesarios los cursos de postgrado, el trabajo interdisciplinario y en equipos, las supervisiones  de profesionales que tengan mayor experiencia.
 El principal instrumento de trabajo de los psicopedagogos es la propia persona, es el trabajo sobre uno mismo, es el proceso de autoconocimiento, y el proceso de toma de conciencia de uno mismo intentando responder a las preguntas: ¿Quién soy? ¿Qué deseo?  ¿Cómo se fue construyendo mi identidad, y quiénes incidieron en la elección profesional?.
En consecuencia el  Profesional de la psicopedagogía debe estar preparado para hacer frente a los profundos cambios que la realidad social nos impone y como el nombre mismo de esta disciplina lo indica no deberá descuidar el aprendizaje y su relación con las  emociones.
Así es que la psicopedagogía se nutre de otras disciplinas y escuelas y corrientes que le brindan ayuda para un abordaje de la persona como un SER BIO PSICO ESPIRITUAL, que puede DECIDIR con  libertad y responsabilidad el propio  proyecto de vida.

 

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