“LA TRADUCCIÓN, un mundo de posibilidades”

Escrito por Gabriel Panero y Melina Pomiro, estudiantes de la carrera Tecnicatura Superior en Traducción de Inglés. Docente que acompaña: Marianela Gallo.


Muchas personas creen que los traductores realizamos nuestro trabajo con el traductor de Google cuando no es así; utilizamos programas y diccionarios especializados, que son nuestros mejores aliados, pero somos nosotros los encargados de detectar las sutilezas del mensaje y trasmitirlas. Debemos pasarnos horas sentados para traducir y lograr que nuestro trabajo nos quede de la mejor manera para que los clientes estén satisfechos y nos vuelvan a contactar.

                Somos Gabriel Panero y Melina Pomiro, estudiantes de la carrera Tecnicatura Superior en Traducción de Inglés, y en el mes de la traducción, queremos contarte acerca de nuestra experiencia como estudiantes y futuros traductores.

En pocas palabras, un traductor se dedica a traducir textos de un idioma a otro, pero eso es solo el comienzo. Detrás de todo eso, hay un proceso muy grande en el que intervienen varios participantes, como las agencias de traducción, encargadas de tomar y asignar encargos de clientes que necesitan una traducción; el traductor, quien realiza estos encargos; y el cliente, quien los solicita. Todo este proceso se realiza en línea. Primero, la agencia le envía a uno de sus traductores el encargo y las pautas por respetar. Luego, una vez completado el encargo, el traductor lo devuelve a la agencia para que sea editado y revisado por otro colega y, finalmente, entregado al cliente para así recibir la paga. El traductor trabaja y cobra desde cualquier lugar con conexión a internet, y no requiere de un lugar físico en particular para realizar su trabajo. Incluso, existen traductores que trabajan de manera totalmente independiente con clientes directos, sin la intervención de ninguna agencia.

¿Suena fácil no? Sí, pero no lo es. Para que un traductor pueda disfrutar de su trabajo y cobrarlo, debe pasar por numerosas capacitaciones, especializarse y permanecer incontables horas sentado frente a la computadora para entregar una traducción de calidad.

                Como te contamos, cursamos la carrera de tecnicatura en traducción de inglés, y estamos a nada de insertarnos en el mercado laboral y poder empezar a trabajar de esto. Sin embargo, no aspiramos a lo mismo. Nuestros planes de vida son diferentes, y queremos compartirlos.

A mí, Gabriel, me gustaría traducir para alguna empresa de renombre, como Google, por ejemplo. ¿Suena bien no? Además, aspiro a disfrutar de un estilo de vida nómada, vivir en distintos países mientras me dedico a lo que me gusta, y esta profesión me da la independencia necesaria para lograrlo.

Yo, Melina, también quisiera trabajar en una agencia de traducción, pero con el fin último de tener la mía propia, seguir especializándome, anotarme en cursos y realizar una licenciatura en inglés. Estar próxima a mi título me permite darme cuenta de que dentro de poco voy a salir al mundo laboral y cobrar mi propio sueldo con el esfuerzo que yo hice. Pienso que es importante rodearme de personas que se encuentren dentro del mismo ámbito para ayudarnos unos con otros, lo que me gustaría en un futuro al momento de tener mi propia agencia.

                Para finalizar, nos gustaría dejar nuestro punto de vista como estudiantes de esta carrera. Nos parece una profesión maravillosa, que te abre un sinfín de puertas a diversos conocimientos, ya que a lo largo de tu vida traducirás montones de temas distintos. Podes aprender y descubrir cosas nuevas, así como también conocerte a vos mismo ¿Quién sabe si no te apasiona la jardinería luego de realizar una traducción sobre eso? Si no sabes si dedicarte a esto o no, te animamos totalmente a que lo intentes. Es un trabajo que te da mucha libertad y siempre te sorprende con algo nuevo.

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